El par euro-dólar sigue cotizando dentro de un rango estrecho, reaccionando de forma débil a acontecimientos fundamentales importantes. Por tercer día consecutivo, los compradores de EUR/USD intentan volver a la zona de la figura 12, pero en vano: ayer y anteayer las operaciones cerraron por debajo del objetivo de 1,1200. Sin embargo, los vendedores tampoco brillan: el mínimo de ayer se registró en 1,1171, y el mínimo del día anterior fue 1,1165. Se puede decir que el par se está negociando dentro del canal de precios 1,1170 – 1,1250, con intentos regulares por parte de los compradores de EUR/USD de abandonar este rango para acercarse a los límites de la figura 13.

¿Qué causa esta falta de entusiasmo entre los operadores? En mi opinión, los participantes del mercado reaccionaron con demasiada emoción a la tregua comercial temporal entre EE. UU. y China, acordada tras las negociaciones preliminares en Ginebra. Las partes redujeron los aranceles por 90 días (aunque no todos) y "acordaron seguir negociando". Pero después, silencio. No hay fecha para una nueva ronda de negociaciones ni otros detalles. El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, solo dijo que EE. UU. iniciaría una "serie de negociaciones" con China "para evitar una nueva escalada". Pero el mercado recibió esta declaración con frialdad.
Los operadores también ignoraron la noticia de que China suspenderá las restricciones a la exportación de bienes de doble uso (incluidos algunos metales de tierras raras) para 28 empresas de EE. UU. Además, Pekín suspenderá la prohibición sobre comercio e inversiones para 17 compañías estadounidenses.
Los participantes del mercado ignoraron esta noticia porque dudan de que unas negociaciones comerciales plenas (que aún ni siquiera han comenzado) puedan levantar rápidamente los aranceles impuestos en abril. Según la mayoría de los analistas encuestados por Bloomberg, los aranceles del 30 % se mantendrán al menos hasta finales de este año. Por un lado, es mucho menos que los aranceles del 145 % vigentes antes de la "tregua de Ginebra". Por otro lado, los aranceles actuales también tendrán un impacto en las economías de ambos países. Según cálculos de Bloomberg, a medio plazo, este nivel de aranceles podría reducir las exportaciones chinas a EE. UU. en un 70 %, con todas las consecuencias que ello implica (incluidas de tipo inflacionario).
Por eso, los operadores de EUR/USD han ignorado los informes publicados esta semana sobre el crecimiento del IPC y del IPP, que reflejaron una desaceleración de la inflación en EE. UU.
Así, el índice general de precios al consumidor en abril cayó al 2,3 % interanual (el ritmo de crecimiento más débil desde marzo de 2021). El IPC subyacente, aunque se mantuvo en el nivel de marzo (2,8 % interanual), también es el nivel mínimo desde abril de 2021. El índice de precios al productor también se desaceleró notablemente el mes pasado: el IPP general pasó del 3,4 % al 2,4 % (el nivel más bajo desde septiembre del año pasado), y el subyacente descendió al 3,1 % (con una tendencia a la baja por tercer mes consecutivo).
Teóricamente, estos resultados deberían haber fomentado un aumento del sentimiento "dovish" sobre las futuras acciones de la Fed. Pero, contra todo pronóstico, el mercado sigue convencido de que el regulador mantendrá el statu quo en las próximas reuniones. Según datos de la herramienta CME FedWatch, la probabilidad de una bajada de tasas en junio es actualmente de solo el 8 %. La probabilidad de mantener la posición de espera en la reunión de julio es del 65 %.
La razón es que el mercado cree que las consecuencias negativas de la nueva política arancelaria se manifestarán plenamente en verano o principios de otoño. Por ejemplo, durante la primera guerra comercial con China, el repunte inflacionario ocurrió entre dos y cuatro meses después de la imposición de los aranceles. Por eso, el mercado no presta atención a los informes de abril, a pesar de que durante tres semanas de ese mes ya estaban vigentes los nuevos aranceles.
A los participantes del mercado les preocupan más las expectativas inflacionarias de los consumidores que los datos de abril ya obsoletos. Por eso, los estudios de la Universidad de Míchigan, que se publicarán hoy durante la sesión americana, pueden provocar una mayor volatilidad que los informes del IPC y del IPP. Se prestará especial atención al indicador de expectativas inflacionarias, que calcula la Universidad de Míchigan. En abril, este indicador subió al 6,5 % (el nivel más alto desde 1981), y si en mayo las expectativas inflacionarias aumentan, el dólar sufrirá una fuerte presión, ya que el mercado volverá a hablar del riesgo de estanflación.
Hoy también se publicará el índice de confianza del consumidor. Se espera que este indicador muestre una tendencia al alza en mayo (hasta 53,1) tras cuatro meses consecutivos de descenso.
Así pues, a corto plazo, la dirección del EUR/USD dependerá del ánimo de los consumidores en EE. UU. (es decir, de los resultados del estudio de la Universidad de Míchigan). Dependiendo de la publicación, los compradores o vendedores del par intentarán salir del rango de precios 1,1170 – 1,1250.
A medio plazo, todo dependerá de las negociaciones. Si los comentarios oficiales y/o las filtraciones indican progreso, el dólar se fortalecerá y el EUR/USD se moverá hacia la figura 10. Si la situación sigue estancada (o llegan señales de falta de progreso), los compradores del EUR/USD recuperarán gradualmente terreno y volverán al rango 1,1300–1,1400.
Por ahora, no hay señales fundamentales ni técnicas claras a favor del norte o del sur. Los operadores del EUR/USD se mantienen cautelosos ante el informe de inflación, en medio de la incertidumbre general sobre las perspectivas de las negociaciones entre EE. UU. y China, así como entre EE. UU. y la UE. En estas condiciones, lo más sensato es mantenerse al margen del mercado.